Prostitución
masculina es una forma de la prostitución que se refiere a
varones que prestan servicios sexuales.
la prostitución masculina tiene muchas referencias históricas
desde el mundo antiguo como la prostitución masculina en Grecia, en la actualidad esta se ha venido relacionando
especialmente con el llamado turismo
sexual.
la prostitución masculina ha sido menos estudiada,
mientras numerosos investigadores concluyen que
la prostitución femenina y masculina tienen diferencias y
comportamientos notables.
hay tráfico de chicos para
prostituirlos bajo condiciones de esclavitud demuestra que, aunque las
mujeres sufren en mayor medida la explotación y el abuso, los hombres también
se han visto utilizados como moneda de cambio, como esclavos sexuales, como
objetos-cuerpo para uso y disfrute de los señores poderosos.
no todas las personas que se
prostituyen son víctimas: muchas de ellas ejercen esta profesión
voluntariamente, especialmente en el caso de la prostitución de lujo.
en la prostitución masculina no solo
participan hombres ya maduros sino también niños y adolescentes menores de
edad. lo que mas exigen las personas que piden un servicio a estos hombres es
que se aseado y este bien presentado, que sea discreto.
El negocio de los hombres prostitutos siempre ha existido, solo que ahora es más visible y surge más, debido al desempleo que acosa a los jóvenes urgidos de dinero para suplir necesidades propias de su edad como la rumba, salir con la novia o con los amigos, acceder a las nuevas tecnologías, pagar la universidad o vestir bien.
La prostitución masculina no es un mito, es una realidad que no podemos ignorar, es un trabajo que puede realizar cualquier hombre, empezando por el que se sienta al lado nuestro en el bus, en la Universidad, en el trabajo o incluso en el comedor de la casa.
El negocio de los hombres prostitutos siempre ha existido, solo que ahora es más visible y surge más, debido al desempleo que acosa a los jóvenes urgidos de dinero para suplir necesidades propias de su edad como la rumba, salir con la novia o con los amigos, acceder a las nuevas tecnologías, pagar la universidad o vestir bien.
La prostitución masculina no es un mito, es una realidad que no podemos ignorar, es un trabajo que puede realizar cualquier hombre, empezando por el que se sienta al lado nuestro en el bus, en la Universidad, en el trabajo o incluso en el comedor de la casa.
Los jóvenes que realmente son prepagos tienen unas características fundamentales, las cuales los diferencian de los prostitutos o ‘putas’ como ellos mismos se llaman (los hombres que están en la calle a la espera de un cliente), para los prepagos la principal herramienta de trabajo a parte de su cuerpo es el celular, puesto que por medio de este hacen el contacto con sus clientes, si no trabajan en algún establecimiento o casa de citas tampoco se encuentran en la calle y el vestuario que utilizan es costoso, porque es en ropa y en lujos en lo que ellos invierten su dinero.
